viernes, 21 de agosto de 2015

Luchemos! Enfrentémoslos y desafiémoslos.
Fight butsukatte hamukatte.
En eso consisten nuestros días de adversidades.
Sore ga boku tachi no Hard knock days.
Un día a día común y corriente no calmará nuestra sed.
Heibon na mainichi ja kawaki iyasenai.
Aquí vamos! No huyamos nunca
Here we go itsudatte nigenaide
y vivamos con fuerza mientras nos da el viento.
kazeatari tsuyoku ikiteyukou.
Aún estamos lejos de la meta,
Gooru mada tooku
así que tenemos que seguir viviendo estos días de adversidades.
susumubeki Hard knock days.

Let's do it again sou doredake, Baby.
Cuántas veces debo levantarme para cumplir mi sueño?
Tachiagareba My dream come true?
Es como si la fortaleza de mi determinación
Towareru kakugo no tsuyosa
fuera puesta a prueba todos los días.
tamesareteru youna Everyday.
Hey! Let's go!
No quiero conformarme con un pequeño logro poniendo excusas.
Iiwake de chiisaku matomaru ki nakute.
 
 
Hey! Let's go!
El mundo al que me lance es uno salvaje y sin reglas!
Tobidashita sekai wa araburu noo ruuru!
La realidad contraatacó en el momento en el que había fallado.
Karaburi no sukima ni sematteta genjitsu kauntaa.
Nos golpeó sin piedad, y aunque volvamos a caer...
Yousha naku Beat me Hit me mata taoretemo...

Solo aquellos que vuelven a levantarse y miran al frente
Mou ichido tachiagari mae wo mita mono dake ga
serán los últimos en reír, los únicos ganadores!
saigo ni warau nosa Only winner!

(We gotta go todoku made Glory road)


Luchemos! Pateemos todo y seamos fuertes!
Fight kechirashite tsuyogatte.
En eso consisten nuestros días de adversidades.
Sore ga boku tachi no Hard knock days.

Una elección segura? Eso no existe.
Bunan na sentaku? sonnano aru wake nai. 
Aquí vamos! Siempre tenemos que ser los mejores,
Here we go itsudatte saikou de,
y debemos seguir sin pensar en las consecuencias.
atosaki nante kangaezu ni yukou.

Reuniremos nuestros deseos,
Negai wo tabanete,
porque debemos seguir viviendo estos días de adversidades!
susumubeki Hard knock days!

Vayamos más allá de la luz para que tenga un gran día.
Hikari no saki Make my day.


jueves, 20 de agosto de 2015

Querida luciérnaga.

...
¿Quién soy?
¿Cómo he de actuar ante el mal?
Y, ¿ante el bien?
¿De verdad necesito saberlo?
¿Establecerlo?
...
Por qué.
¿Tengo que construirme como persona?
Yo no escogí nacer.
...
 

Por qué.
Me afecta el cómo interactuen conmigo.
Yo suelo pensar que no.
¿Por qué me afecta?
...
Me estreso.
Por qué.
Soy amable.
Creo seguir mi propia moral.
Por qué.
¿Es lo correcto?
...
''Sed mis padres''.
Por qué.
Por qué.
Por qué.
Es lo mismo de antes, pero poniéndole nombre.
Falto de amor a mí mismo, o de otros.
Quizas sea enamoramiento. Quién sabe.
...
¿Quiero que me quieran?
Claro.
Pero tan solo algunos.
O quizás que alguno no lo hagan.
¿Es egoísmo?
No lo sé.
¿Sé amar?
No lo sé.
Puede ser.
Estaré aprendiendo. Aún.
¿Me he sentido querido alguna vez? De verdad.
Sí. No. No lo sé.
¿Es ese el problema?
No lo creo.
¿Quizás uno de ellos?
Puede ser.
...
Por qué no vivo.
¿Vivo? ¿He vivido alguna vez?
Ya sé qu-...
¿Estoy vivo?
Qué es: vivir.
Es seguro que he vivido las situaciones amargas.
Pero, ¿lo dulce?
Se disipa con sal entre las llagas.


-La luciérnaga ya no luce al atardecer.
¿Ella lo desea? Realmente.
Está cansada.-



Ellos no tienen estos problemas.
Ellos tienen estos problemas.
¿Se pueden graduar?
¿Dirán lo mismo de los míos?
...
¿Es que no lo sé ver?
¿Por qué solo aparecen más interrogantes?
Solo aparecen más interrogantes.

''Si cambias el punto de vista con el que ves la realidad y las situaciones, cambiarás radicalmente lo que siente tu corazón, en el mundo hay tantas verdades como personas''.
Pero para ti solo existe una verdad, limitada y deformada por todos los engaños que utilizas para protegerte.
...
''Lo siento, padre.
Lo siento, madre''.
¿A quién se lo digo?
¿Me lo digo a mí?
Para quedarme más tranquilo.
...

martes, 4 de agosto de 2015

Pitillera de plomo. 29-03-2012.

Sentado sobre la azotea de aquél sinuoso edificio me dispongo a sacar mi pitillera, para finalmente llevarme un cigarrillo a mis fauces. Saco el mechero, la llama se balancea con movimientos turbios al son del ligero viento de esta tarde de inverno. Me llevo el piti a la boca.

Hoy todo es azul, el cielo, a pesar de estar plagado de lúgubres nubes que amenazan con escupirme todo el odio que llevan dentro de sí, él tiene un intenso azul marino.

Me estoy relajando demasiado… no dejo de reflexionar cosas sin sentido que no me van a solucionar nada… por otro lado no puedo estar en paz conmigo mismo ya que algo perturba mi mente.

Tiro la colilla al vacío, sigue cayendo, no para, como si de plomo se tratase, cae firme, con humo desbocándose por uno de sus laterales.

Me abrocho un botón de la camisa, me acomodo el gorro, el viento empieza a soplar más fuerte, como si alejarme de ahí quisiera. Guardo la pitillera y me levanto de un salto, el mechero salta del bolsillo pegándose contra un bordillo de la dichosa azotea empapada horas antes por la lluvia. Suelto una retahíla de burdos insultos ya que los estancos están cerrados. Hoy era domingo y la ciudad parecía descansar bajo mis pies. 

Vuelvo a meterme en el edificio, 12 pisos me alejan de la calle y la realidad. Me paro. No tengo ningún lugar al que ir, no tengo ninguna persona con la que hablar. Vuelvo a salir y me siento bajo el cielo ya encapotado. Empieza a llover.

Las gotas inundan poco a poco mi cabeza, el gorro me pesa, la camisa se me empapa y mientras, yo, permanezco sentado con las piernas cruzadas. No sé si estoy muerto o dejé de vivir hace mucho tiempo.

A veces, pero sólo a veces, aunque sea frecuentemente, todo me importa una mierda. La gente me da asco. Todo me parece tan falso.
Miro a lo que parece ser el horizonte como si eso me fuera a dar respuestas. Respuestas que sé que nadie nunca me dará y que si me dan, en mis manos queda creérmelas o no.
Mis pensamientos eran del palo de creer que las personas como de trozos de carne parlantes que se transportan de un lado a otro con la intención de sobrevivir se trataran.
Que no hay valores ni virtudes, sino más que una, la del sufrimiento.
Ellos en su incredulidad (aunque yo me considere como el más ignorante de todos) piensan que aquello de vivir el momento, vivir sin preocupaciones, vivir haciendo el bien a los demás y respetando las leyes les hará felices.
Yo no sé ni soy capaz de ser feliz.
¿Qué mierdas da la felicidad y cuánto dura? Me importa prácticamente tres bledos.
Yo sólo existo y a eso me dedico.

Siento que no vivo, que me falta algo a lo que si no me enlazo a ello me muero por dentro.
¿Por qué debo estar enlazado a algo o alguien?... si la felicidad está en estar con ‘esa’ persona, las solitarias como yo en este momento no se matan por piedad.

Me levanto  lenta y pesadamente, me cae agua cual cascada aunque ya esté menguando la lluvia. Me aproximo al bordillo. Miro al vacío, tiro una moneda al aire que advierte con perderse en ese abismo si no la cojo cuando sea preciso.
Es cruz.

‘‘A otra cosa mariposa.’’

Bajo los 12 pisos uno a uno a velocidad: ‘pa’verme matao’ ya que mi vena cabrona me decía que por qué no tocar cada uno de los timbres de cada piso.

Acabo exhausto, planta baja, y salgo. Cojo mi skate (este me lo había escondido detrás de un arbusto en la plaza de la urbe), mentiré si digo que nunca he matado a alguien, y más, si no lo hice a palazos con el mismo skate. Gente inepta he innecesaria en esta sociedad que simplemente sobra o me caía mal. Cuando quiero algo, se hace como yo digo, o…
No me arrepiento, no debo arrepentirme.

Sí, dirán que estoy loco.

Lo tiro y me monto sobre él, zancada tras zancada me veo más lejos de donde empecé y más cerca de ninguna parte.
Y es que sigo sin tener donde ir a morir.


viernes, 5 de junio de 2015

Ya no estás solo
Porque ya no hay nada que temer
Vamos, vamos, abre los ojos.

Había sido golpeado
Y realmente quería alcanzarte
Había sido herido
Y quería deternerte para estar a tu lado.

Lo siento, no me olvides
Créeme y espérame
Volveré para recogerte.

Una luz ilumina mi debilidad con coraje
Aún lastimado, aún con dolor, voy a estar bien
Tu espalda impulsa mis promesas
Lo que siempre estaba distante
Increíblemente estaba durmiendo en nuestro interior.





jueves, 29 de enero de 2015

La Reina.

Sabéis, ella era una preciosa reina viuda.
No era una reina cualquiera, era una reina humana.

De vez en cuando frecuentaba hospitales y visitaba a niños con cáncer. No lo solía tener fácil, se escapaba frecuentemente e iba sola y a escondidas.
Estos actos la situaban siempre en los medios de información, pero eso, para algunos, era algo que la hacía especial.

¡Los niños no podían llegar a entenderlo! La reina, visitándoles. ¡A ellos!
Por lo que la viuda real siempre tenía que lidiar con estas bondadosas a la par que curiosas e inocentes preguntas.

- Alteza.

+ Puedes llamarme por mi nombre, querido.

- ¿Por qué malgastáis vuestro tiempo con nosotros, alteza?

+ Verás, hijo, el pueblo necesita amor. Sin amor estamos perdidos, como aquellos que pierden la esperanza cuando un ser querido les abandona de repente. Desolado.

- Entonces, alteza, ¿por qué no resuelve problemas mayores como el de la pobreza o el hambre?

+ Sencillo, para eso ya tengo a otros, mi deber es estar con vosotros. Vosotros, hijos míos, vosotros, sois mis reyes, reyes de esta partida de ajedrez que es la vida. Sin vosotros no soy nada. Sois el mañana, el futuro, y la esperanza. Sois alegría que ha de perdurar por siempre. Recuérdalo.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La moneda perdida.

12 de Noviembre de 2014.

Camino por la Gran Vía de Bilbao.
Es un día normal, como otro cualquiera, un día único, como otro cualquiera.

El 12 de Noviembre 1793, el alcalde de París, Jean Sylvain, es guillotinado.
El 12, de 1912, el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas es asesinado en la Puerta del Sol.
El 12 de 1980, la nave espacial estadounidense Voyager I hace su primera aproximación a Saturno y recoge las primeras imágenes de sus anillos.
El 12, de 1990, Akihito es entronizado como 125º emperador en Japón.

Todo eso daba igual ahora, en mi cabeza pululaban mareadas una retahíla de ideas sinsentido.
Hoy también iba a ser un gran día en la historia de la humanidad. En mi historia.

Cruzo la acera.
Alzo la vista y,...
Allí, inmóvil, paciente, aguarda una sombra, indiferente, descuidada... bella.

Observa la nada con ojos perdidos, sin embargo, ha calado mi ser con una fragancia única e indescriptible.

Quizás ella no lo sepa. O quizás sí, pero lleva años viéndome crecer, antes en mi barrio, ahora en la gran ciudad.

Estatua humana, serena y calmada; vestida de blanco, pura y frágil. ¡Debo comunicárselo! Debo darle las gracias de alguna manera.
Ella me ha visto crecer, me ha enseñado la calma, y la belleza de la contemplación, a crecer desde el interior.

Quier- No. Deseo ser sorprendido. Que me alegre el día, alegrarle el día. Que me enseñe su arte como una vez ya lo hizo.

De mi bolsillo, una moneda.
Era un euro normal, como otro cualquiera, pero a la vez único. En éste se hallaba el rostro de Wolfgang A. Mozart.

Para cuando me dí cuenta, estaba frente a ella.
Me inclino humildemente, le miro a la cara.
A pesar de su maquillaje de mimo se aprecian las arrugas de la edad, pero eso ahora da igual. Transmite ternura, y amor de madre.

Le miro a los ojos, ella ya había puesto la mirada en mí desde antes de darme cuenta.
Música en la mirada.
Se encoge y arrima al pecho la rosa que sostiene entre sus manos, eleva tímidamente los hombros y sonríe.
Sonrío.

Paz interior, alma en sosiego.

Hasta la próxima.
Me giré demasiado rápido.
No sé si por nervios o entusiasmo.
Necesito volver a verlo.

Volveré.




miércoles, 22 de octubre de 2014

[...]

 San Francisco, Oasis Avenue, Mind Palace; 2014-22-10

Ah, llueve desde el techo.
Las gotas de agua recorren mi dermis como sangre mis venas.
Estoy aislado.
Como en una caja, dentro de otra caja, en el castillo del conocimiento, hogar de mis reflexiones, palacio de penas y desamores existenciales.
Me disipo, como el agua se disipa al evaporarse, me voy, a la contra de la corriente.
Mi yo derrotado, hundido y desolado.
Mis pies, ahogados en lágrimas de victoria.
Mi cabeza vuela, con partículas de esperanza, sobre mí;
Deseos de bonanza.

Ah, llueve desde el techo...